3 nov 2013

Gracias Juan!

Gracias a Juan Diaz y a la Padel Academy
Desde que empecé a entrenar en serio al pádel he trabajado mucho en no repetir errores y ya me he acostumbrado a estudiarlos, buscar soluciones y asumir que cuando existen es por algo y no puedo buscar excusas, hay que buscar soluciones y esas soluciones a menudo necesitan cambios. A lo que creo que no me voy a acostumbrar nunca es a este tipo de cambios. Está a punto de acabar una temporada en la que tenía puestas muchas esperanzas. En mi primera prueba de menores llegue hasta cuartos y con la sensación de que estaríamos todo el año en o muy cerca de semis y porque no, jugar alguna final. La realidad no ha sido esta, quizás la falta de ambición y de confianza en mi nivel ha hecho que no haya podido jugar en los torneos al mismo ritmo que lo hago en los entrenos. Después del trabajo de este verano y viendo los resultados en algunos torneos en los que he participado con mi padre, con él que ahora si me siento con seguridad en mi juego, me di cuenta que algo tenía que cambiar, pero sin saber realmente el qué.

Antes de poder valorar por donde tenía que empezar, mi compañero Gerard  decidió competir con su hermano, lo que me ofreció la posibilidad de valorar uno de los cambios posibles que estaban a mi alcance. Pero la decisión que más me ha costado tomar es la del cambio de escuela. El pasado mes Pablo Aymà se puso en contacto con nosotros y nos propuso formar parte de un grupo reducido de alumnos en su escuela de competición.

La primera reacción fue no creerme que Pablo hubiera pensado en mí para su nueva escuela. No te pasa todos los días que el entrenador de Quilez, Badia o Escalante se fije en ti y enseguida vinieron a mi cabeza las palabras de mis entrenadores y mis padres cuando me aseguraban que yo tenía más nivel del que pensaba y estas mismas voces que hicieron pensar en mis dos años en la Padel Academy. Se me presentaba una oportunidad excepcional justo en el momento en el que necesitaba cambios, pero la decisión no ha sido nada fácil. Esta es la escuela donde vi que el pádel era lo mío, aquí empecé a creer que el sueño era posible, Adri, Carles y Juan me han enseñado todo lo que se y en esta escuela tengo grandes amigos y compañeros. Aunque no dejo el Club, me siento como el hermano mayor que se va a trabajar a otro país y quizás esta es la sensación que me ha ayudado a entender porque debía tomar esta decisión. En la Padel Academy yo era el mayor de los menores y además el único de mi categoría federativa y aunque la exigencia de mis entrenadores conmigo siempre ha sido la máxima, quizás la falta de entrenos con jugadores de mi categoría pudiera ser una de las causas de mi baja ambición en los torneos.

En la Escuela de Pablo voy a poder entrenar entre otros con Enric Batalla, uno de los mejores de Catalunya en nuestra categoría, trabajare físicamente con Miguel Angel Mayorga y el aspecto psicológico con Marcela Herrera. Espero que esto me ayude a superar esas diferencias emocionales que todavía hoy tengo a la hora de jugar en los torneos de menores y el cambio de entrenador, sin entrar en valoraciones, también será por sí mismo un punto y seguido en mi crecimiento deportivo.


Emocionado e ilusionado con el cambio, triste y apenado por dejar la Padel Academy. Gracias a Adri por aquellas primeras clases a ritmo de competición, gracias a Charlie por enseñarme parte de su magia y por su apoyo en algunos de los Torneos en los que he participado, gracias a mis compañeros, que lo serán siempre, por compartir y reír conmigo tantas y tantas veces y gracias a Juan que desde aquella frase “este chico me gusta” me hizo creer en un futuro de pádel y por el cariño que impone en la escuela y de la que nos hemos contagiado todo el Club.

Por lo demás no ha cambiado nada, sigo trabajando para hacer realidad un sueño, trabajaré para que no caiga en saco roto todo o aprendido y me esforzaré para crecer con todo lo que me queda por aprender.

VA FOORT!!

MAX

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