24 nov 2013

De vuelta a la pista!!

El Jueves, como ya nos adelantó el Dr. Padilla en la revisión anterior, me quitaron el yeso de la mano y salí de la consulta con unas ganas brutales de palear la pelota pero hasta el sábado por la tarde no pudo ser y ya tenía los nervios de punta. Mientras tanto, estuve amasando con la mano una pelota de goma para recuperar parte de la fuerza que he perdido en estos días de inactividad.

El sábado hice un entrenamiento con mi padre para ver que tal las sensaciones, la fuerza y mis movimientos.  Me sentía lento y cada vez que golpeaba la bola sentía no tener el control. Empezamos con bolas de fondo planas, pasamos a las de pared, unas voleas y me di cuenta de que lo que más había perdido era consistencia. Al final estuvimos en pista una hora y media de entrenamiento suave y una media hora de partido cruzado que me sirvió para que me subiera un poco la adrenalina.

Me fui contento a casa por haber tocado bola, por no sentir ninguna molestia y por haber aguantado físicamente bien, aunque esto último ya lo imaginábamos. Pensando en cómo jugar el domingo, en el partido que jugaría con mi padre y que enfrentaba a mi Club con el Club de Tenis Vilanova, tomamos la decisión de que yo jugaría en el drive para no forzar las cosas.


En el calentamiento me dejé ir, los golpes entraban solos y me sentía bastante mejor que el sábado. Empezamos el partido y nos pusimos fácilmente 1-4 a nuestro favor pero a medida que avanzaba el partido yo me sentía preocupado por no mejorar en mi juego. No estaba jugando mal, creo que por ser el primer partido después de la lesión estaba jugando bien, pero cada fallo provocado por mi falta de seguridad en la mano, me marcaba más que los buenos puntos hechos en ese set que ganamos por 2-6.

El siguiente set empezó mal, 3-0 en contra, lo encarrilamos con tres juegos seguidos a nuestro favor y nos encontramos casi sin querer con 4-4 y bola para romperles el servicio. Esta vez no solo no supimos provechar esa bola, sino que la perdimos de mala manera y nuestro siguiente servicio también, así que 6-4 y al tercer set.

No encontrábamos un juego en el que los contrarios se sintieran incómodos. La verdad es que los que nos sentíamos incómodos éramos nosotros, mi padre no conseguía dominar el juego desde el revés, yo seguía lamentando la falta de fuerza en mi mano y para colmo, una llaga que se me reventó me dolía cada vez más. Excepto puntos aislados que nos servían para creer en remontar, la verdad es que fuimos a remolque todo el rato y no tuvimos manera de darle la vuelta a la dirección del partido y perdimos por 6-3.

He visto que debo aprender a sufrir cuando las cosas no van bien y a pelear cuando las cosas se ponen en contra. En este partido he estado más pendiente de mi situación que de mis virtudes, no he sabido sacar el 100% de mi 70% de estado de forma actual.

Por lo demás estoy muy contento, hace una semana no imaginaba que estaría ahora jugando y puedo volver el lunes a los entrenamientos con Pablo y mis nuevos compañeros, lo he echado mucho de menos y tengo unas ganas enormes.

VA FOORT!!!
MAX

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