Este ha sido un partido de emociones fuertes al que la posterior valoración en frio le ha quitado un poco épica.
Se trataba del partido de liga Catalana que nos enfrentaba contra el Club Laietá C en sus pistas y haciendo pareja con mi padre, como ya es habitual en los encuentros de las ligas de clubes.
Todavía conservaba en la memoria la paliza que nos dieron el año pasado jugando en segunda, así que este año que nos enfrentábamos en primera, parecía que iba a ser más de lo mismo.
Nuestro enfrentamiento era contra Edu Gomez y Manel Fores, y tras un buen calentamiento iniciamos el partido con mucha seguridad y nos pusimos 0-3 con confianza y con dos breaks a nuestro favor. Nos encontrábamos en una situación que no esperábamos y en el cambio de pista nuestro comentario fue que seguramente no habían entrado todavía en juego, con lo que seguimos nuestra estrategia a la espera de algún cambio, o no. Entramos los cuatro en un momento de juego raro, donde breck tras break de unos i otros llegamos al 2-5 y manteniendo, esta vez si nuestro servicio, ganamos el primer set por 2-6.
Empezamos a creer que podríamos ganar nuestro primer punto en primera, pero como esta situación ya la habíamos vivido alguna vez, optamos por seguir jugando igual, sin agresividad, poniendo bolas en el fondo de pista, asegurando las bandejas y buscando en golpes claros las rejas laterales. Seguíamos pendientes de una reacción de ellos, de que pasaran al ataque, pero esto no sucedió. Pudimos romperles el primer juego pero la prudencia, y por qué no, el miedo a perder esta oportunidad, nos aconsejaba a no cambiar nada en el partido y mantener ese break hasta el final. Ya con 2-4 habíamos entendido que ellos no iban a hacer nada más de lo que habían hecho hasta el momento y nos lanzamos a por los dos siguientes juegos buscando los puntos con un poco más de agresividad y riesgo. ¡Gran error! Cometimos varios fallos por no querer esperar a la siguiente bola y perdimos seguridad en las boleas, cosa que ellos aprovecharon hasta poner el partido en 5-4 a su favor y con tres bolas de set para ellos.
Por un momento la situación nos llevó a pensar que había llegado su reacción y que se nos podía escapar el partido si llegábamos al tercer set. Parece fácil decirlo ahora, pero esta vez bastaron unos segundos de reunión en el fondo de pista para centrarnos en la estrategia del “solo un punto más”, intentando entrar en un estado de concentración y actitud que nos hiciera trabajar cada punto como si fuera el último y así conseguimos pasar del 0-40 a la victoria perdiendo solo un tanto de los diez siguientes.
No esperábamos conseguir un punto en primera tan pronto, de hecho no sabíamos si conseguiríamos alguno esta temporada. Nuestra felicidad se hizo mayor cuando pudimos presenciar la victoria de nuestros compañeros Marcel Caris y Jordi Gomez que nos daban también la victoria como Club.
Pasadas las horas, pudimos valorar el encuentro con más frialdad y entendimos que el equipo C del Laietá es de un nivel muy similar al nuestro y que seguramente este ha sido un partido de segunda dentro del la primera categoría, así que debemos esperar, para el futuro, partidos más duros que este y donde no tendremos las oportunidades que hemos tenido este fin de semana. Aun así estoy contento de haber estado en todo momento dentro del partido y de haber sabido leer la situación y no haberme precipitado.
Empiezo a disfrutar mucho de los partidos porque cada vez mantengo mejor mi concentración y soy capaz de recuperarla cuando la pierdo. Comienzo a tener mucha seguridad en esos golpes en los que soy fuerte y espero al momento ideal para ejecutarlos. Jugar al drive con mi padre nos está dando más consistencia y me está dejando ver y entender los partidos con más serenidad y esto me está ayudando a ser mentalmente más competitivo.
VA FORT!!
MAX
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