3 jun 2012

Amarga despedida.

Último partido de la temporada de la Liga Catalana de Clubes contra el Accura Sant Boi.

Animados por las dos últimas victorias esperábamos poder despedirnos del Club que nos ha acogido durante dos temporadas con una victoria.

Empezamos el partido con las buenas sensaciones que empiezan a ser habituales cuando juego con mi padre, sabemos que necesitamos el uno del otro en la pista y lo que es mejor, empezamos a controlar aquellas actitudes que nos perjudican como pareja. Sólo un despiste en nuestro primer servicio hizo que el primer set acabara en 4-6, pero con la certeza de que nuestro juego era superior y que llegar al tercer set también nos beneficiaria.

Comenzamos el segundo set con un juego que nos hacía sentir muy bien. Me gusta cuando juego de revés y siento que controlo el ritmo del partido. Desde este lado mantuve la presión y la red con seguridad, forzando a que buscaran soluciones por la zona de mi compañero y mi padre, seguro que animado por la visita de mi madre, jejeje, se mostro por primera vez muy seguro en las bolas altas, agresivo y eficaz con la volea. Con 4-2 y servicio en nuestro poder ocurrió algo que creo que marcó el partido hasta el final. Aprovechando la falta de confianza de nuestros oponentes, mi padre forzó su saque y con un juego casi de saque volea nos pusimos 5-2 con el juego en blanco.

A partir de este momento nuestra confianza se desbordó y buscando puntos definitivos, cometimos errores no forzados y permitimos que nos empataran el partido 5-5. Con todo ello llegamos al Tie-break donde nuestro exceso de confianza nos privó de una agradable despedida.

Contentos por el juego realizado durante una gran parte del partido, pero decepcionado por una derrota dura de asimilar. Nos equivocamos, no fuimos humildes y no supimos mantener el juego que nos estaba dando resultado y mucha calidad, quisimos terminar a lo grande y nos fuimos haciendo pequeñitos, una lección que nos tendrá que hacer fuertes en las próximas competiciones.

Entrega de premios con Fran

Escribiendo estas líneas con mi padre no puedo dejar de sentirme triste por tener que dejar un Club y unos compañeros que me aceptaron con 12 años como un jugador más y que me dieron las mismas posibilidades que a los demás, en especial a Fran Contreras, mi primer monitor de pádel y responsable de los torneos en los que pude enfrentarme a los mayores, el primero en hacerme sentir especial por mi facilidad para jugar al pádel y el primero en poner a mi alcance oportunidades que me han ayudado y que me ayudaran en mi presente y futuro como deportista.


Os dejo algunas fotos de parte de esta gran familia que estará siempre a la vuelta de la esquina, pero que echaremos de menos a menudo.

VA FORT!!

MAX








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