2 feb 2014

Una inyección de ilusión



Todavía corrían por mi cabeza las anécdotas que me habían explicado mis compañeros del último Torneo de Menores y todavía pesaba en mi recuerdo el no haber podido participar por culpa de una rodilla hinchada, cuando Max Martí me llamó para participar con él en un Torneo del Village Pádel Club. Ya tenía ganas de competir y hacerlo con Max me hizo una ilusión especial por las buenas sensaciones que tuvimos en aquel Torneo de Reus y porque llevamos tres meses entrenando juntos con Pablo Aymà.



El primer partido nos enfrentaría a nuestro también compañero de escuela Enric Batalla acompañado de Juli Culebras. Hacía mucho frio y costó entrar en calor. Golpeábamos bien a la bola pero nuestras piernas necesitaban recibir las órdenes dos veces así que en muchos momentos me encontraba mal colocado y me costó encontrar una buena situación en la pista. Mi compañero Max estuvo en su línea, mejor que yo de piernas y buscando confianza para apretar más su bandeja pero ellos centraron bastante su juego en mí y eso no le ayudo a coger ritmo de bola. En este primer juego Enric no estuvo especialmente acertado con sus golpes ganadores y mantuvimos un juego igualado, aunque su mayor consistencia en los peloteos largos les dio la ventaja en este por 3-6.

Junto a Enric Batalla y Juli Culebras
Para el segundo set ya habíamos entrado en calor, los cuatro jugamos mejor y esta vez la diferencia la puso Juli, quien afino mejor sus golpes y consiguió que Enric pudiera presionarnos más con su bandeja. Max y yo nos entendíamos bien e hicimos algunos puntos muy buenos pero en los intercambios largos acabábamos fallando nosotros, eso nos hizo perder un poco de confianza y ellos no dejaron de ser consistentes en el juego que más nos incomodaba, nos perdimos en su estrategia y se nos olvidó la nuestra, así que con un 1-6 en el segundo set nos fuimos para el cuadro de consolación.

Al dia siguiente mi visión del partido realizado era diferente, comprendí que no habíamos hecho un mal partido y que no me podía permitir no confiar en mi juego.

Semis contra Samuel Tor y Albert Torres
Nos enfrentábamos a Albert Torres y Samuel Tor. Este último entrena habitualmente con Pablo y alguna vez había visto su técnica. Así de entrada daba respeto pero entramos en pista sin presión y disfrutamos de lo lindo. Yo me sentía muy bien, golpeaba con mucha soltura y no cometía fallos fáciles. Mi compañero estaba agresivo y nos crecimos con facilidad, tanto, que cuando ganamos el primer set por 6-2 nos sentíamos con el control del partido.

El segundo set empezó más igualado. Con 3-2 y nuestro servicio sentí un poco la presión del partido y mis golpes empezaron a flotar más de lo que yo quería, quizás ayudo la humedad, pero esto permitió a Albert entrar en juego con su zurda y apretar a mi compañero. Se sucedieron tres break seguidos, dos de ellos y uno nuestro, se pusieron 5-3 con servicio y no supimos pelear ese juego con cabeza, defendimos en exceso y ellos no se sintieron presionados, 6-3 y a por el super tie-break.

Quizás lo mejor del partido, mantuvimos el buen juego y fue muy igualado. No nos temblaba la mano y aprovechamos todas las oportunidades que nos dieron para cerrar los puntos. Con una ventaja de 8-6 a nuestro favor creo que aparecieron los nervios, eso que llaman miedo a ganar, no sé, la verdad es que no nos dio la sensación de bajar el ritmo ni de cambiar el juego, pero cuando nos quisimos dar cuenta habíamos perdido cuatro puntos seguidos y el partido.

Jo, teníamos en la mano la final y no creía lo que nos había pasado, aunque solo hizo falta una ducha calentita para ponernos la sonrisa en la boca. No habíamos ganado ningún partido pero nos habíamos quitado la espinita de Reus, buen juego, confianza en nosotros sobre todo en el segundo partido y mucha consistencia con herramientas que no tuvimos en aquel torneo que sin duda nos habrían permitido hacer un buen resultado.

Contento por haber vuelto a competir, muy contento por haberlo hecho con Max, un jugador peculiar por su estilo, muy joven y con una bandeja que acabará llevando su nombre. Estoy loco por ir al entreno del lunes y contarle a Pablo, junto con Max, las sensaciones de esta competición y seguir trabajando para mejorar mi pádel.


VA FOORT!!
MAX

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